Lifting Facial de Frente y Ceja
POR QUE OPERARSE
Con el correr de los años se produce una relajación de la piel y músculos de la frente que determina una caída o descenso de la posición de las cejas. Las cejas caen abultando sobre el párpado superior. Para contrarrestar este efecto, el músculo frontal se contrae, elevando la ceja, lo que produce arrugas frontales.
El resultado entonces es la presencia de abundantes arrugas frontales por la contracción del músculo frontal y una mirada pesada, triste y avejentada. Los mejores candidatos para esta cirugía son hombres o mujeres entre 40 y 60 años de edad que presentan los primeros signos de envejecimiento facial. Igualmente, cualquier persona que presente una posición baja de las cejas o arrugas frontales puede beneficiarse de este procedimiento, independientemente de su edad.
Se puede optar por realizar una técnica convencional con incisiones en el cuero cabelludo o una técnica endoscópica, con incisiones mínimas. La elección de uno u otro tipo de cirugía depende de factores como el grado de laxitud de piel, descenso de la ceja, cantidad de cabello y tipo de implantación pilosa del paciente, etc.
LA CIRUGÍA
El lifting frontal y de ceja puede realizarse con anestesia general o local con sedación. Esta cirugía suele realizarse en conjunto con otros procedimientos como el lifting facial o la blefaroplastia (cirugía de párpados).
En la técnica convencional, las incisiones se ubican en el cuero cabelludo, unos 5 centímetros por detrás de la línea de implantación del pelo. Se levanta la piel, se tratan los músculos que producen las arrugas, se reposicionan las cejas, se reseca el excedente de piel y se suturan las heridas. En grados leves de laxitud de piel este procedimiento se puede realizar mediante un endoscopio, utilizando incisiones mínimas.
EL POSTOPERATORIO
No hay molestias significativas después de la cirugía; si las hubiese, se manejan fácilmente con medicación analgésica. Se debe permanecer en reposo por algunos días. Los puntos se retiran alrededor del décimo día. El cabello puede lavarse a partir del segundo día postoperatorio. La cicatriz resultante queda en el cuero cabelludo, y por lo tanto, es imperceptible. Puede producirse una inflamación de la región frontal y de los párpados. Pero tanto la inflamación como algún pequeño hematoma que pudiera formarse ceden en los primeros días. En general se puede reiniciar la actividad laboral o social en 1 semana.